Si el aire que te arropa
no es el que yo respiro,
para que quiero la vida,
para qué seguir vivo.
Si las cosas que tú miras,
no son por mis ojos observados,
para que los quiero,
para que cuidarlos.
Si tus pasos no son los míos
y no camino a tu lado,
no quiero mis piernas,
no las quiero, carajo!
Si mis brazos no te abrazan
y no siento tu calor,
para que quiero brazos,
no me cuesta nada tirarlos.
Sí mi boca no te besa.
Si no descansan tus besos en mis labios,
qué desaparezca mi boca!
Otra cosa no quiero, ni alcanzo.
Ay, sí mi alma no confluye en tu alma.
Si tu esencia no es mi esencia.
Déjenme morir tranquilo
si no es en ella mi sentencia.
En otra vida probaré mejor suerte.
En otro universo deberé buscarla.
Y cuando con tiempo la encuentre
vivir eterna en ella, mi palabra.