¡Cuanto amada mía
me inspiras a la poesía!
como no dedicarte
las flores en ramillete,
y el dulce perfume
que exquisitamente colme.
Es tu piel lozana,
altanera y frondosa,
eres amante impetuosa,
eres la moradora de mi corazón,
dame una razón,
dámela tan solo,
dámela para subirte hasta cielo
y que de mis besos será tu anhelo,
¿Cómo no vas hacer mi musa?
Si cuento las horas
para verte entre mis brazos sumisa,
ven amada mía y concebirás
lo que mi amor te desvela,
déjame complacer mis arrebatos
en las rimas de esta dedicatoria
los tiernos te quiero te tributaria
de los placeres que ameriten
y te lo griten
a los vientos,
y que llegue a tus oídos
como juguetones ecos
¡Muchos más te quieros!…