borealara

El amor y la bendicion de Dios

Entre a la iglesia de la mano de mi padre, al son de la marcha nupcial,

me sentía un poco avergonzada, por llegar tarde a mi boda,

sin querer derrame lágrimas y sentí que llegaba a un mundo diferente,

mi novio me esperaba acompañado de su madre, estaba un poco triste, 

y me dijo -por que has tardado tanto, y yo le conteste --había mucho fráfico,

enpezó la ceremonia y llego el momento de aceptar el compromiso del amor para toda la vida,

eso cambio nuestra vida, un amor que hasta el día de hoy sigue presente.

con muchas cosas buenas y con algunas intrusas que han salido como han entrado.

Agradezco a Dios por que me puso en mi camino a un hombre que se mantiene firme en las cosas de Dios,

ha reconocido sus errores y juntos reímos de esos de esos malos momentos de a vida.

Ya han pasado casi 28 años y seguimos amándonos como aquel día que nos conocimos.