Classman

UN DÍA EN UN VIEJO CAFE

En una vieja calle de Madrid,

donde el tiempo parece haberse detenido

un antiguo café con un piano,

resulta ser un sitio divertido.

 

De sus paredes cuelgan unos cuadros

con motivos que parecen bodegones,

un banco de madera con respaldo,

el recuerdo que alberga las pasiones.

 

Desde un rincón de la barra del café

perplejo, contemplo la hermosura,

de una dama que, sentada en una mesa,

me miraba fijamente con dulzura.

 

En el piano sonaba una balada

adornando con música el momento,

un espacio ideal se había creado

para expresar con palabras sentimientos.

 

                                                      J. Piñeiro