Hoy es sábado,
alguien debe hablar
de estos chicos
de estas noches
de la luna estrellada
del olor a trago
de la rosa encendida;
alguien debe hablar
del joven gángster
que mató a su madre
que ya estaba muerta,
de la niña muerta
que buscó entre magnolias
el fuego del falo podrido
y encontró a su padre
desnudo
que lloraba y bebía
y lloraba otra vez
y bebía nuevamente
y no se embriagaba;
alguien debe hablar
de estos locos perdidos
de estas lacras sociales
de estos nadies.
Lima es una flor enferma
el Perú es cosa rara,
y estos chicos
que aúllan también
y nada saben
salvo que están fregados
y que mañana la harán linda,
dónde, compa
en el ojo del infierno,
también son de aquí.
Es cierto
la violencia nos confunde
y duele, es triste
casi que mata.
Pero hay que hablar.
De lo contrario
resulta tonta la poesía.