TAH

Nada

Fuimos maestros de lo imposible, alla en ese lejano paraiso, de ocho a siete,

Aprendimos lo que hay que aprender cuando se esta loco, que el miedo no basta, que sin amor no hay vida, y que la luna es de queso,

Ensayando los mismos pasos de baile para la misma melosa y tibia canción, prisioneros los dos, y aun asi libres entre los dos,

Más fuerte que mi propia pereza, cuando por tonto, por loco, por tus ojos, me desvestías del orgullo,

me desvestías del dolor,

me desvestías del amor propio,

los echamos en la hierba afuera de la selva urbana, donde no los encontraramos de nuevo,

y nos fuimos de la mano hacia ese paraíso letalmente hermoso,

donde no había tiempo,

ni sol,

ni luna,

solo el sabor de tu aliento,

solo el brillo de los sueños entre tu mirada avellanada y mis ojos tristes

y asi perdidos un dia,

nos dijimos

...... nada