Hermoso y radiante abrigo vino...
Mi valentía no pudo contemplar a tus amigas; hoy era el día, el día en que yo me acercaría.
Recorrí los pasillos de la Preparatoria,
tratando poder ver a la diosa del olimpo;
desde lejos me saludó de brisa la orgía,
cuando de pronto te percibí en medio del trino.
Eras tú, la más hermosa de todas las Fernandas,
eras tú, de cabello suelto y abrigo de color vino;
diosa de la preparatoria que por el pasillo andas,
cubriendo entre alas, la maravillosa miel del estío.
¡Oh diosa! al mirarte un gran júbilo me controla,
¡Oh diosa! deseo tus hermosos ojos tibios.
quiero estar contigo en el mar contemplando la ola,
donde el sol ilumine nuestros rostros de idilio.
...San-no-ches...