Jullian Cr

Llegaste

Da igual la fecha que el calendario marcaba,

si era de noche o de día

da igual quién me acompañaba

o el lugar al que me dirigía.

 

Llegaste

y del techo florecieron piedades,

y futuros posibles,

y las estatuas pasearon lejos de sus parques,

y los misterios fueron anécdotas

y los caminos toboganes,

y mis recuerdos se olvidaron hasta de ellos mismos.

 

Y el viento trajo certezas que hicieron enmudecer a maestros,

y los oros se rompieron como pan en miga,

y el verdor que pareció antaño resucitó a carcajadas,

y mis piernas fueron terremotos y mis manos manantiales.

 

Y de las nubes llovieron júbilos y vacaciones,

y los peces empezaron a hablar de su pasado,

y hasta el bosque se enteró de la noticia,

y mi corazón ganó todas las carreras.

 

Llegaste

 

y yo me convertí en el nieto de la luz.