Es un noche oscura y fría,
el cielo y el mar se abrazan,
las estrellas guardan e iluminan
el camino
de los visitantes marinos.
Y ellos sonríen,
con varias copas de ron encima,
solo sonríen y miran con nostalgia
el fondo oscuro en el que se encuentran.
No hay principio, no hay final.
Están varados en el mar y su existencia.
La brisa los alcanza
y susurra en su camino
pensamientos y sentimientos
de almas ,que confiaron sus secretos
al inmenso mar.
Y ellos suspiran y lloran
se quiebran, por ellos y por otros.
Alzan la mirada y preguntan a la luna
¿Qué sentido tiene seguir esperando?