alupego (Ángel L. Pérez)

EN LA FECUNDA TIERRA

EN LA FECUNDA TIERRA

Breve existencia,
en la eterna noche.
Insistente claridad,
que la penetra.
Un eterno devenir,
de fe y de ciencia,
asiéndose sin demora,
a la conciencia.
Viajero impenitente,
tozudo caminante.
Con torpezas y aciertos,
en el vacío sobrenada.
Entre su propia nada,
en pos de su arribada,
a otra vaga existencia.

En el pretil sentado,
de su loca carrera.
Buceando en la sombra,
para encontrar la senda.
Ojos de brillo noble,
mirando hacia sus cuencas.
Sobrecogido el ceño,
de la sutil tragedia.
Blancas hebras que nacen,
plateadas cosechas.
Sedosas las guedejas,
plata fina en las cejas.

De perfil las promesas,
generalmente huecas.
Incumplidas palabras,
de carente pureza.
Sobrevuela el recelo,
sobre quien ríe y piensa,
quien pronuncia las letras.
pletóricas de esencia.
En el borde se asoma,
de la profunda grieta,
tambaleándose el ego,
que le ciñe y le merma.
El rostro demudado,
en una sutil mueca.

En el humano nacen,
para que no fenezcan.
Pero el óxido entra,
en las sutiles células.
Tenebrosa la forma,
que castiga y flagela,
con látigos de rabia,
sobre la espalda hueca.
La razón se diluye,
entre vagas carencias.
Las verdades se duermen,
con la intención alerta.
Mientras llega el colapso,
que se teme y se cela.
Luces de fino trazo,
en las mentes penetran,
rodeando la idea,
que ágil se manifiesta.

Se quedaron sin nombre,
en la fecunda tierra.
Con la esencia en los bordes,
de lo que fue y no era.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
15/04/2019