THE BLUE DAWN FLOWER
(La flor azul del amanecer).
Al salir el sol, los jardines florecen, y tú, como flor que eres, debes haber amanecido. Me lo cuenta un ave que, al pasar, va cantándole a tu hechizo, tan igual o parecido al encanto de los ángeles.
Es un hecho. Despertaste... y ya estás perfumando el día, lo estás iluminando todo.... todo, todo, con colores de los más bellos y también de los más propios.
Y es que tú, flor de mujer, creas sueños en el aire de otro nuevo amanecer. Ante ti, el propio otoño hoy renuncia a su estación, se cuestiona su existencia, se platea no ser longevo y colgar sus hojas secas otra vez sobre los árboles.
Es de día. Despertaste... y alto silba un ave sobre alguna rama quieta. Y es que el aire perfumaste; y de nuevo haces de musa para miles de poetas.
De pronto yo te pienso y todo en ti es de primavera, el sol te coquetea, las nubes se sonrojan y a tus gestos se asemejan.
Se abre el cielo en tu presencia, es seguramente un día nada más sobre esta tierra, pero no... porque tú, mujer en flor, eres luz, naturaleza.
Hay paz. Leve es la brisa. Hoy has vuelto a amanecer. Es de nuevo un nuevo día, y, como flor que sueles ser, llenas todo ya de vida con tu esencia de mujer.