Es lo suficiente ciclópeo mi peso
y el miedo que me invade
es la meta que jamás llegó:
dos muros demasiado dilatados.
Prohibido querer a las mujeres
porque mi cuerpo no aguanta
su peso encima mío,
y además,su sonrisa me choca.
Rameras de ofuscación quiero yo,
dominantes y pura
que rompa toda mi razón,
amar está prohibido a mi corazón,
pero no la imaginación borrada
que aún me queda,no partió.