Estanislao Jano

No detengas tu beso

No detengas tu beso. No detengas

 la brisa angelical y su luz diáfana.

No detengas tu labio, no detengas

su azul cielo ¡Qué tu boca, en mi huérfana

 

boca de vos, amor, ahogue su lágrima

y calme su sed!  Por ello, no detengas

del alma la expresión sublime y máxima

¡De los cielos la aldaba!  No detengas

 

la inspiradora  temprana luz del alba

ni el tibio brío del sol que te sonroja

o el suspirar añil de tu embeleso.

 

La flama de tu boca inmaculada

del  alma enaltecida que recojas…

Entonces. ¡No detengas a tu beso!