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El claroscuro

Conozco la lágrima franca, ¡te entiendo!

Desde entonces,

los bellos tristes son transitorios, existen y al mismo tiempo,

no los espero, fluyen intempestivamente y dentro de todo,

propician titubiantes estelas, ¡tan mías, no me echan de menos!

Ni siquiera cuando las he donado,

para un adagio, ¡hoy, alimento orgánico!

Neceser de plata.

 

Entre las luces de un contraste,

hay un manifiesto y nuevas oportunidades.

¿Necesitas encontrar verdades o reencontrarlas?

Dónde reposa y muere el nuevo pensamiento,

la miel y el ácido viven reconfortándose.

 

Al claroscuro no temas,

porque de él se aprende.

Bajo el yugo de un reloj de arena,

siempre persisten los propios umbrales.

Estoy y he estado.

 

El silente sabio, absuelve el nudo llano, 

un infierno y el juicio vano, de aquel avaro que no comprende.

La malicia y los actuares,

están y estarán, de eso no puedes salvarte:

\"El hombre contra él mismo y del hombre contra el hombre,

con o sin contrastes, somos biodegradables, nunca indispensables\".

Hasta lo incomprensible tiene un sentido. 

 

Lola R.G 

 

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