Quisiera ser el calor
que abrigue tu timidez,
mirar tu rostro y tal vez,
robarle un gesto de amor.
Yo quiero darte una flor
tan pura como tu tez,
robarte un beso esta vez,
mirar en la desnudez
del alma la calidez
que guarda tu corazón.
Quisiera darte un jazmín.
No te daré un gira-sol,
que si lo pide tu voz
lo detendré y solo así
cortarle un rayo sin fin,
de luz, como la pasión
que emana del interior
del alma de un servidor
que quiere opacar el sol
brillando de amor por ti.
Autor: José Gamarra
15 de abril de 2019
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