Sigo en este tornado de ideas,
busco la palabra ideal,
sigo en el horizonte de la vida,
solo persigo un camino
que regresa a su inicio.
Soy un guerrero sin armadura,
solo la sombra de un caído,
un muerto en vida,
un vivo en muerte.
No soy el primero en este caparazón,
dudo ser el último,
soy un fénix con el mismo nombre,
otro hipócrita detrás de esta máscara.
No se quien soy por eso
le robe su identidad al anterior,
en otro tiempo fue alguien tierno,
en otro alguien roto,
en otro alguien amoroso,
ahora es algien perdido.
En su biblioteca personal
encontré la melancolía,
letras tristes y de agonía,
cartas alegres y amorosas,
Libros sin carátula.
No debí matar al poeta,
ni él al científico,
ni él al escritor,
ni él al amante,
ni él al alegre.
Robamos una máscara
cada vez más pesada,
creamos una quimera
cada ves más peligrosa.
Ahora miles son uno,
y uno es miles,
cada cara,
cada fragmento,
crearon un hipócrita.
¿Ahora quien seguirá?
¿Quien llevará esta carga?
¿Será un loco?
¿De pronto un lobo?
¿Quizás un seductor?
¿Tal vez un amador?
¿Podrá llevar cada fragmento?
¿Podrá llevar cada cadaver?
¿Podrá llevar estas botas?
Solo sé que será
cada fragmento
pero ninguno,
nadie será
a la vez que todos