Atardezco maniatado
a la dulzura
que te observa
distorsión nocturna
refractando los susurros
sobre el hechizo
de las imágenes ajenas
un blando manantial de almohada
riega mi cabeza
umbral de espuma
máquina del vértigo más antiguo
que envilece las reliquias lunares
del calendario
ella pronunció su lágrima
con acento de estío
boca de seda
y meandros urgentes
gota de lluvia
cuya desnudez se detiene
en una pasión no proclamada
una porción de nada
rozaron los vientos de fuego
en el túnel de la memoria
pensativo ladeo mi retrato
respaldo de tu mirada
en trémulas respiraciones
que restañan el descorazonador horizonte
de nuestras pavesas