Ignacio Hernández Montero

Te pertenece

Tan bella, tan ella,

Tan Fijo, me miras.

Tan tuya, como mía,

Es nuestra, o quizás del mar.

No sé desde cuando te pertenece la luna

o porque cada vez que la veo pienso en ti,

Es que ella tan mágica tan mística y tan pura

es lo más cercano a cómo se ve el amor.

 

Porque caminarás por el mundo y ella siempre estará,

Dando un espectáculo a la vista o escondiéndose de sus buscadores,

Ella siempre estará, aunque se oculte,

Aunque pasemos días sin verle,

Aunque la fe se difumine entre ocasos,

Aunque aprendas a vivir sin mirarla,

Yo sé que siempre estará,

Al igual que el buen amor.