Amor, vamos a los libros
que ellos no vendrán por nosotros.
Vamos juntos de la
mano, aun libres, atados,
hay libros por doquier,
sobran las palabras, faltan
los poetas.
Amor, libros de amor, de sueños,
de locos recuerdos;
como los tuyos, como los míos,
colmados de esperanza.
Libros hojeados por tus manos,
acariciados por las mías,
juntos, apretados,
llenos de besos de felicidad,
besos que escriben libros.
Amor, libros, y más libros,
aquí en el Café Literario,
donde se escribió el amor,
en páginas colmadas de ti
y terminadas en mí.
No una, ni dos, ni tres,
si no varias letras, muchas,
poemas enteros de besos.
Escrituras de tus labios en mi boca,
respuestas de los míos a los
tuyos.
Tus manos, tus manos,
como pluma en mi espalda,
tallaron cuanto nos amamos,
más que nunca, más que siempre,
tallaron con lágrimas mi pecho.
Amor, escucha a Isabel, Lorca,
y esos alocados versos
que nos observan,
que aseguran que el amor
ha llegado para quedarse
dormido junto a ti,
como todo amor,
algún día se acabará.
Amor, no son libros,
son más que libros,
son testigos, cómplices que enmudecen,
que ocultan el secreto entre
tu y yo…en ese Café Literario.