Sábado de Gloria
\"Una muerte,
allá en el infierno,
una promesa en volver,
y una eterna resignación,
porque la gloria y la honra es para Dios,
cuando se baila en sábado de Gloria…\" .
¡Oh, Dios!
Llanto al unísono,
se escuchó la lamentación,
de aquel viernes después de la novena hora,
el canon culto y estético se ocultó,
se debió de enfriar las manos,
con el aceite virginal,
que derraman las doncellas,
cuando embellecen la ira de Dios,
es cuando atormentan de bruces caídas,
y en hondas de mártires al santo de Dios,
“el hijo del hombre ha muerto”,
y en una cruz,
¿dónde estás Jesús?,
si en la mañana salió el sol,
pues, ¿Tú dónde te escondes?,
eres el sol, fuente de agua viva,
torre de salvación,
y más aún eres el viento que seca una lágrima,
del dolor ajeno,
y que es tuyo también,
¡Oh, Dios!, porqué el llanto frío en la cara,
si Tú, prometiste en volver como el ave al nido,
si dejaste aquí, ¡oh, Dios del cielo abierto!,
a un hombre con ganas de vivir por tí,
¿por qué me quieres dejar igual de entristecido que Tú?,
o es que Tú estás contento,
si Tú, el Cristo, el crucificado,
tienes llagas de salvación en tus manos y pies,
¿por qué me dejas abatido y con la culpa en mis manos…?.