Un día blanco,
de soles que fulguran
inaugura con sorpresa
una aguada
en lágrimas deshechas,
por la más triste noche.
La marea sigue y sigue,
sin pesares,
bailando al compás
de las olas frías..
y de los minerales
sin conciencia,
que las habitan
Un día negro
maldice la concepción
algo perversa,
del día, que dando calor y brillo
a los negros pesares
se burla
enquistándose
en mi alma que llora
callada y en silencio,
pero a mil gritos mudos .
Sólo busco el placer.
de vivir en lo perdido.
Cae el ocaso entre mis libros
y escritos;
y el sueño, aunque corto,
llega…
Rota la Tierra
eternamente,
lunas y soles.
Soles y lunas…
Que es el Ser del Tiempo?
Estrellas, flores,
satélites ignotos,
cardos verdes y estériles,
rosas de pétalos cultivadas
(pero que te hieren con espinas)
(mutilados seres vivos
que insisten
vagos e ignorantes
en arraigarse tenazmente
en la aridez
de la Puna del Norte
de mi Patria)
Cuál es el Ser
de ese Espacio Indiferente?
De qué trata el Tiempo viejo y sin cifra
herrumbrado, tumultuoso y
oxidado,
que me hace daño?.
(Décadas he regalado
buscando respuestas)
Y enfrentarlos quisiera....
Y sólo tengo
ruinas grises y rocas
incandescentes,
hervidos carbones
que se apagan sin oxígeno
y en mil rostros
por vivencias siniestras,
despedazados
(Cuál es el Nombre de
este letargo
enfermo en
que me has dejado?
en esta mohosa,
enlodada Tierra,
pozo cavado y seco.
maldito hueco,
sin piedades
y descarnado).
Patricia Aznar Laffont