Sueña la duna
que en julio o en agosto
por su piel corran
agradecidas gotas
resucitando suelos…
Las añañucas
inundan las praderas;
lloros de julio
con la fuerza del Niño,
lila y azul suspiros.
Hasta Atacama
vuelan mis pensamientos.
Ser un arco iris
sueña en escondido sueño
la Pata de Huacanaco.
Bulbos, rizomas
y en algunas semillas
está la vida.
Ya surge agradecido
el Desierto Florido.
Florece el lirio;
luego espera paciente
junto a los huillis
la llegada de otro año
con un nuevo milagro.