…Entre las palmas de mis manos
no hay estigmas ni sangre convertida en vino
solo parte del viento y de la tierra
que seduce y acrecienta la textura de esta realidad
la sensación de estar vivo
luego las veinticuatro horas divididas por clepsidras y teoremas
discursos que oímos y que azuzan
luego las torres de oro y plata
donde los billetes explotan cada dos segundos
en los bolsillos de diamantes vaticanos
sé que son solo deseos
pero esta realidad se escurre por sumideros de carne y hueso
donde directamente adquirimos la destreza del rayo
para destruirnos silentes
por el rostro oculto del poder…