Pablo

Ceiba

Sentado bajo esta ceiba,

Que simboliza una parte del mundo,

De nuestro mundo,

Arrullado por los grillos,

Con su canto dedicado a la luna;

Mi silencio físico se rompe,

Cuando pronunció con el corazón,

Tu nombre;

Irrumpes siempre sin permiso,

Pero me invades despertando,

Con las letras que inspiras.

 

Estos brazos,

Recuerdan tu cabello,

Y tu sien como los momentos,

Divinos desde nuestra caída.

Te siento y te amo,

Como la sangre que recorre,

Este cuerpo mortal;

Te amo con la locura,

Que merece un amor,

Que llegó para instalarse en el alma;

Te amo bajo esta ceiba,

Y lato por ti,

Junto a esta Ceiba,

Y bajo a esta hora sincera;

Te amo con la rebeldía,

Que requiere un amor prohibido,

Te amo con el grito,

De las vidas que me antecedieron,

Y lo que me lleva,

A profesarte este amor sentido.