Ella,
Me encontró culpable de quererla tanto.
De escribirle algunos panfletos de amor,
Con algunos incoherentes y desordenados versos.
No apelo a mi inocencia.
Reconozco que soy culpable, de:
Quererla tanto.
De, robarle su atención.
De, incomodarse por mirarme confundida,
Por algún tiempo.
Ella,
Me sentenció a la ¡ausencia perpetua!
De su risa, de sus ojos infinitos y
Del crepúsculo de sus labios rojos.
Sentenció a mí corazón,
A que viva en una pausa completa.
Sentenció a mi voz, a que no se oiga alegre.
A mis oídos,
De no escuchar el canto alegre de la noche...
Y a mis ojos,
Que ya no canten el rito de un amanecer esplendoroso.
Ella,
Me desheredó por completo,
De presenciar en persona,
A su ser hermoso.
Braulio Nicanor
Oasis de Pica-chile