Varón gentil y apuesto,
por mi calle, a diario pasar lo veo,
su dueña, desde mi jardín me creo;
se aleja a paso firme,
con porte fino; pierdo la razón,
el cuerpo y corazón;
todo le doy para a su cuerpo asirme
y en sus brazos morirme;
varón gentil y apuesto,
a mil delirios con usted me presto.