Si yo me ofendiera con facilidad,
sería combustible para un fuego ardiente,
por ello busco constante la humildad,
para no llegar a ser convaleciente.
Detrás del odio hay un título así mismo dado,
donde uno se entrega el título de bueno,
y así le da el título de heno
a la hierba verde que aun no se ha secado.
Si yo me ofendiera con facilidad,
constantemente viviría ofendido.
¡De cuánta paz me habría perdido,
sí, de cuánta felicidad!
Autor: Bernardo Arzate Benítez.