Ámame antes de la tarde,
amame a medianoche,
ámame bajo la luz del día
y ámame sin reproches.
Ámame que la vida es una,
y que en tus besos se encoje,
ámame que el beso llama
hacia un amor sin nombre.
Ámame que todo huye
entre sábanas y prendedores.
Ámame que tu piel me hiere
cómo me amabas entonces