Semilla de amor que yo procuré,
paciencia a los frutos que tanto esperé.
Ahora raíces profundas en mi corazón
me calan y arrastran sin dirección.
No sé que será o qué estás pasando.
El viento amargo me lo está diciendo,
traspasa mi pecho con fuertes tirones
arranca dulzura helando ilusiones,
flores marchitas y frutos podridos
son rastro de su cometido.