La suerte está echada;
la ruleta del amor
rueda con sabor a error.
Mi destino ya está dictada.
¿Por qué está ya crucificada?
El Amor es una ruleta
con sabor a rueda de muleta,
muleta muerta y asfixiada.
Está echada con pajas de poeta
y un árbol que no es preferido,
es decir...sin abrir la bragueta.
La suerte me es aburrido
como destino sin amiga:
una amiga...que no me abriga.