frankcalle

CUANDO LA MUERTE NO PUEDE HACER NADA

Y la muerte llegó,
y él no estaba.

Y la muerte esperó y esperó
y él no llegaba.

Y la muerte desesperada. buscó en todos los rincones,
y salió a las calles
y anduvo sin rumbo fijo,
buscó en los precipicios,
en los bares repletos de moribundos,
en los hospitales…

Buscó como quien busca a un hijo en peligro,
sabía que el tiempo se agotaba.
Ella, señora de los destinos,
estaba a punto de perder esta batalla.

Y de pronto, el hombre aparece de golpe.
La muerte, sorprendida, se confunde,
no atina a hacer nada,
y el hombre, completamente decidido,
viene hacia ella con el arma desenfundada,

El momento ha llegado,
y es tal su decisión,
que la muerte queda paralizada.


Suena un disparo…
ella grita aterrada,
y su voz silente retumba en un eco
que no escucha nadie
ni acaso el suicida
que se desploma en segundos,
y la muerte lo recibe en sus brazos,
sin poder darle ayuda,
sin poder hacer nada,
desesperada.

Frank Calle (octubre/1º/2018)