Hoy podemos descansar,
mirar como dejamos el ayer detrás,
mirar y brindar por esos témpanos
que nuestra unión pudieron destrozar,
mas nuestro tozudo amor aferrado aquella visión - peleó,
peleó contra sí mismo en ocasión, venciendo
cada uno de esos desafíos y triunfó el amor.
Esquivamos tantas cosas amor;
Aquellos celos que frisaban nuestros entendimiento,
posesión disfrazada como afecto
como decoran las carambolas una casa en pleno invierno.
Aquellas peleas sin fundación que entre líneas escondían miedo
de ser más, de talvez no triunfar, de no ser suficiente,
de no tener la valentía para seguir luchando y merecer cada uno de nuestros días.
¡Cuántas noches hablando con una luna muda!
Despertando con el desnudo del silencio,
arropados en la afonía del desgaste,
con aquella resistencia a mostrarnos vulnerables,
con la áspera y abrupta incomodidad de ser dos en uno,
de valernos por nosotros mismos pero haciendo todo en conjunto.
Siempre tan cerriles, tan intransigentes en nuestro hablar
que es un milagro que estas copas hoy vean la madurez en nuestra cabellera..,
la unidad que hoy nos abraza, la dignidad en nuestro rozar,
la amabilidad en nuestras miradas y la seducción en nuestras palabras.
Aguas turbulentas, carreteras enlodadas,
paisajes estancados, sí, todo eso fue parte de nuestro pasado.
Hoy sentados en la banca donde grabamos nuestras iniciales,
frente a las mismas aguas que casi nos ahogaron,
mirando de frente esos témpanos que casi destruyen nuestras almas
con copas rebosadas de vino templado,
con el reposo de los años, con respeto en los labios,
con el amor ya madurado y la pasión alimentada
te digo amor !cuánto te amo!
LeydisProse
4/22/2019
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