Tu olvido
Entre los agudos filos del insomnio
espero la claridad de la mañana.
Tal vez pueda regalarme el nuevo día
el consuelo que la noche no ha traído.
Hay un amargo sabor de boca seca
y un lacerante dolor de labio herido.
La pesadumbre de un alma dolorida
por el severo castigo de tu olvido.