La vida es grande mar que navegamos,
llevando como brújulas quimeras
nacaradas;
en medio de sus olas caminamos,
buscando de esperanzas las lumbreras
argentadas.
Nublados horizontes contemplamos,
llevando con firmeza las galeras
destrozadas;
al puerto que con ansias esperamos,
hallar de libertad grandes hogueras
tan deseadas.
¡Soñamos con los cielos de justicia,
en brazos de la paz tan primorosa
y querida;
la vemos indulgente y muy radiante
trayendo de igualdad la gran caricia;
y viene con sonrisa glamorosa,
y encendida
con rayos del amor perseverante!
Autor: Aníbal Rodríguez.