A un mes de tu partida,
sin saber el por què
siento el alma herida.... vivo añorandote
Era profundo tu cariño,
pero eterno no podrìa ser
a pesar de mi entereza, me siento entristecer
Tus manos delicadas,
tu porte de diminuta dama
se fueron tan lejanas, que nostalgia hay en mi alma.
No llorar es la rutina
pero evitarlo no puedo
pues fuiste tu la celestina
de todos mis desvelos.
Acurrucada en tu regazo
pasè parte de mi vida
vigilaste cada paso, que pude dar confundida.
Tus consejos tan certeros
han quedado en mi memoria
quien pudiera recorrerlos
y sentir tanta gloria.