DianaReydz

A solas.

Siento en las entrañas
navajas que me destrozan.

 

Una lágrima que se asoma
por las ventanas empañadas
en mi alma.

 

Suspiro...


Y al tiempo se ahoga
en el medio de mi garganta...
Un grito en la nada.

 

Expectativas.

 


Sueños.

 


Ilusión que quedó a la deriva,
que mañana será un recuerdo.

 

Para mi, al menos.


Pues, lo seguiré queriendo.

 

 

Y es que, como la húmedad,
se metió en mi corazón.
Y le creí su verdad...
y yo pensaba que él la mía había creído.

 

 

Basto una brisa,
para que los platos
terminaran rotos
y también la sonrisa.

 

 

Bajo el pecho
corre de prisa el veneno
de la resolución...
quemándome, haciéndome cenizas.

 

\" No.
Seguro es una pesadilla.
Seguro que en un momento despierto\".
Me digo, aún siendo ingenua; tontilla.

 

Ese adiós me destrozó.


Quise decirle que me enojó...
Pero ¿serviría acaso?
Todo ahí quedó.

 

 

Por un estúpido error...
Por abrir mi corazón.
Por confiada y no precavida.

 

 

¡Maldita sea, ésta parte del día!
Que no hay quien retroceda.

 

 

Lo hecho...
Quien podría deshacerlo...
Quizá el perdón,
rompiéndole la madr* al orgullo.

 

 

Corazón...


Corazón mío, me digo.


Mientras me apapacho
acariciándome el pecho.

 

\"Eres fuerte\"
Continuo diciéndome.
\"Si ésto, por fin, se muere...
No te agotes maldiciendo.
No te culpes\".
Concluyo.

 

 

Por fin...
Irrumpe la lluvia,
y el gemido asfixiado...
ante una herida expuesta.

 

 

Duele...

 

Dueles....

 

Me dueles.

 

 

Y solo puedo ser yo, quien me consuele,
pues tú ya te fuiste.

 

 

De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )

Publicado el 26/04/19

 

02:00am

 

Todos los Derechos Reservados 
de Autoría Personal ©