Julio Noel

Plateada luz que acaricias de la noche negra

Plateada luz que acaricias de la noche negra

las tinieblas, que con tus sedosos besos libas

los suspiros más amargos de mi alma en pena,

déjame que en mis dorados sueños yo reciba

tus níveos hilos con los que mis desvelos teja.

Deja que mis dedos besen esa gasa albina

que cubre de blanco silencio lo que me rodea,

que mi alma gozosa ascienda a la más alta cima

donde pueda volar sin que nadie la detenga.

Blanca luz que con tus lenes dedos me acaricias,

en tus tenues alas llévame a lejanas tierras

donde pueda olvidar de este mundo las desdichas

y morir en la blancura de tu mar serena.

Argentina luz que la negra noche iluminas,

despliega en el éter tu albino e inasible manto

para enjugar en él mi agrio e invisible llanto.