Mueren los grandes igual que los pequeños,
hombres y mujeres que admiramos
por sus actos grandiosos o sus crímenes.
¿A dónde se dirigen?...
Vuelven a la tierra, cuna de dichas y pesares,
vivos y muertos esperando su final.
Tarde o temprano, como campo de niebla,
todo quedará en silencio
bajo el rigor de la palabra olvido.