¿Ganaran siempre los causantes del dolor?
Enfadada, aún sin conocer, sin saber a fondo mi situación
Ignorante, abrazaba, dolor y penas
Humanamente perdí la cordura, con razón
Esther me diste, la paz de tus ojos verdes
Te agradezco, las veces, que has ahorcado mi ira
Pero entiende, mi histeria, comprende-me
Ahora que soy consciente, de todo el daño infligido
Yo no puedo permitir a los ratones, comerse
Los últimos trocitos, de mi alegría despierta.