MADRE:
Cuando me acunaste en tu vientre
acunaste en tu pecho
sueños para darme
cuando llegue a tus brazos
me amamantaste de miel de amores
me arropaste de ternuras.
Crecí
y al ser iguales
no te comprendí
hasta repetir la experiencia del vientre
y aprendí de tu sapiencia
a ser mujer multiplicada
descubrí
como ser medicina
alma que escucha
corazón que espera
a ser pan
abrigo
mujer, amiga, compañera.
Te miro madre mía
el tiempo te trajo de regalo
albas nubes a la cabellera
cambio tu forma
marcó tu cara
pero en tus ojos
aun puedo verme niña pequeña,
anhelante de protección
sabiendo que en tu corazón
aun no he crecido
quiero en este día
agradecerte todo aquello
que me diste sin miramientos
sin habértelo yo pedido.
Un día no basta
no basta la vida entera
no bastan mil cantos
no bastan mil poemas
no hay nada que pague lo que me has dado
ni flores suficientes
en toda la tierra
gracias por todo tu santo y puro amor
todo ese amor infinito
madre mía
madre buena.
©Carolina González Velásquez
©Katrala
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