La intacta sensación de un sentimiento,
impacta en la razón que voy perdiendo;
y para mantener el equilibrio…
no puedo más que amarte en el silencio.
Me quedo en la agonía de una frase,
que puede parecer una locura;
y para mantener el equilibrio…
tus ojos me devuelven la cordura.
Me quemo en la silueta de tu cuerpo,
y sufro tu ausencia entre mis manos;
y para mantener el equilibrio…
te sueño con el pelo ensortijado.
Sabemos que las cuentas no cerraron;
y los “destiempos” fueron sucediendo,
y por el equilibrio de los otros…
preferimos los dos seguir sufriendo.