EN LA VIVA CALMA CHICHA
La calma se tornó chicha.
El viento plegó sus velas.
La mar frenó la embestida,
Pausó la pauta la vida,
su voraz acometida.
Tiño sus tonos el aire,
con grises y mates tintas.
Y el sol replegó sus rayos,
en su abrasante guarida.
Blanca flor.
Breve sonrisa.
Tenue ilusión,
que se achica.
Promesas en el zurrón,
para sacarlas sin prisa,
cuando mande la razón.
Labios tersos,
como tensos,
entreabiertos esperando.
Latidos vivos.
Rítmicos tiempos,
nuevos y viejos.
Sensaciones congeladas,
en el fondo, con respeto.
Baila la hoja sacudida,
por la brisa que la acuna.
Mientras la plateada Luna,
atentamente la mira.
El Sol dormido suspira,
en su abrasadora cuna.
El amor sin paz subyace,
en el fondo de la sima.
Iluminadas miradas,
distraídas se difuminan.
Poderoso caballero,
que galopa entre la prisa.
Que arrebata las riquezas,
escondido entre las risas.
Soberano de perfidias,
y señor de la codicia.
Como un fornido guerrero,
que con su daga acuchilla.
Amante de los disfraces,
para ocultar la malicia,
en sus descarnadas fauces.
Amor que vive y sublima.
Néctar que ama y dulcifica.
En sus manos se deslizan,
las esencias que le avivan.
Candorosa la mirada,
prometedoras sonrisas.
En la viva calma chicha,
de la enriquecida vida.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
26/04/2019