Eres divina mujer
Esa esperanza suprema,
Esa tan lejana estrella
Que reconforta mi fe;
Mi ineluctable bien,
Que en su corriente me lleva
A una pasión que renueva
Con su ambrosía hecha miel;
Eres a la Belleza, Templo,
Esa infinita ilusión
Que en mi corazón yo llevo
En el altar del amor,
En ardiente candelero,
Donde brillas como un sol…