José de Jesús Camacho Medina

Remar

Navegar a contracorriente
en un mar que fluctúa sin consenso de la voluntad de sus navegantes
parece absurdo
pero a veces no existe más remedio.

Si queremos que los milagros se asomen
de entre la bravura de las aguas
no hay que dejar de remar
así
en alguna coordenada del basto océano
la alineación será inevitable
y la constelación
nos dará como regalo
una postal con la más sublime puesta de sol.

remar, siempre nos acercará al milagro
(eso ha concluido el navegante).