En silencio el amante deja la flor en la puerta,
en pasos cortos se alejará..,
de esa puerta,
de los besos,
del calor,
de aquel dulce placer que atrae lo prohibido.
La moneda del destino,
les puso la cruz en sus espaldas,
el juego de las manos tímidas y el roce de los labios ya se terminaron,
volvieron los días del otoño,
los de la melancolía,
las noche que desvelan,
y en silencio el alma aúlla,
a la luna,
a ti ,
que eres su luna!!,
que harán con sus cuerpos?
si aun transpiran la pasión,
que harán con ese fuego?
las brazas aún permanecen,
queman en su interior,
arrojando esa lágrima profana al pozo de la culpa,
guardando el secreto como un puñal,
que asfixia,
con el peligro de los dos filos,
esas heridas no sanan,
el tiempo es la sal,
y sangrara..,
el recuerdo,
las iníciales de su nombre,
En silencio se despidió el amante,
por la vereda de las baldosas flojas,
por el camino,
ese camino que huele al perfume de las mejores flores,
de aquellos jardines que las rosas eligieron a su poeta,
y deja la espina como el precio,
de lo vivido,
de el amor que se viste de de prófugo,
y necesita huir
Daniel Memmo