En mi defensa tus labios fueron los primero en tocar partes de mi cuerpo a los que nadie había de llegar.
En mi defensa puedo afirmar que me deje arrastrar de tus ojos que me invitaban a volar.
En mi defensa siempre quise ser deseada y tocada como tu lo hiciste, no tengo mucho que refutar, tan solo el hecho de dejarte marchar.
En mi defensa fuiste el primero en pasar tus manos por mi piel, fuiste el primero que me hizo fantasear.
En mi defensa experimente el placer a primera noche.
en mi defensa y como una vil leguleya ruego que vuelvas a mi lecho y no te vayas mas.
En mi defensa anhelo de ti y si no sucede he de perder el juicio.