A veces siembro flores...
A veces siembro flores en campos de tristeza,
mi pecho, tierra fértil, le ofrece su calor,
espero que la vida en mi alma se meza
y broten bellas flores radiantes de color.
A veces... tengo miedo; pues no tengo certeza,
de que ante la esperanza se derrumbe el dolor...
Miro al cielo y mi ser calladamente reza,
invocando en silencio la fuerza del amor.
Y la invoco callada con un solo latido
pues sé que en mis entrañas ella tiene su nido,
desde donde se eleva como blanca paloma.
Y deshace las nubes en su mágico vuelo
anunciando un mañana con un radiante cielo,
donde el sol de la vida sonriendo se asoma.