J hypostasis S uranista

Hasta el amor

Quédate en la estera que esta noche será la última. No te levantes, reposa tu hombría. Ya será saciada la floresta de varios kilómetros que dejaste. Permanece en medio de esta habitación gris, con hiedras, sin ellas, con las vestimentas del tiempo, con las paredes sucias y fungosas, casi ulceradas  ¿a dónde marcha la fisura que nos separa? Quizá vaya hacia el final de aquel país de calles mojadas, de elefantes echados a la suerte. Y es sobre ellos que coloco un cuenco llenísimo de agua, tierra y la misma hierba de color mate en la que nos enamoramos como infantes jocosos. Allí te deleitabas mientras el curioso miraba desde el balcón de piedra, peñasco que penetraba el lago. Todo él nos anegaba, pero tú eras tierra y no pude sino  temblar por tu fuerza tectónica, por tu caricia primera…sanamos y el mundo acabó para siempre.