Y en este infierno raro
Ni siquiera de mi propiedad
Entro y salgo a mi antojo
Como buscando una penitencia
Que minimice mis malhechuras
Que me dan la vida, por otra parte.
Y cuando salgo de él
Herido y quemado en la lucha
Me voy a tí, a tu recuerdo
Y renazco cual Fénix de mis propios pesares
Recargo el alma de tu imagen
Y revosan de tu aroma los poros de mi piel.
Y entonces vivo, vivo muy arriba
Crezco muy alto, a tu cielo limpio
Y quedo flotando en la ilusión...
Cuánto me queda para volver a respirarte?