Lore Cruz

ÁMALA

Ámala en su lago profundo,
en sus tinieblas pulverizadas,
con sus surcos marchitos
y sus pies sucios.
Con la palidez de su rostro
y sus labios sin asomo de color,
en sus momentos de ira,
en sus sentires de llanto.
Cuando el jilguero del titubeo
se apodere de su alma,
en el caos de sus pupilas,
con su sangre...
a veces no tan escarlata.

Ámala sin el eco del ayer,
con el grito del mañana,
con la sal que corre por su dorso,
con sus amigos desaliñados,
con los recuerdos
de sus muñecas de trapo,
olvidando la estirpe
que impone la vaga sociedad.

Ámala con sus dogmas desatinados,
con su fe por Dios,
con sus crisis de nervios,
con su luna llena,
con su sol seco,
con la copa llena y no de licor.
Ámala en todas sus formas,
ámala entera, ámala sin prisa.
Si no puedes amarla a ras de piso,
no esperes su amor en días de gloria.

¡Amarla solo en primavera sería una cobardía,
has de profesar amor , hasta en su invierno!

Si no has de amarla así,
déjala volar.
Ya vendrá un viento,
qué glorifique su infierno
y ensalce su cielo.

Lore Cruz
Madrigal de Luna
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Colombia